Cuando el calor aprieta y las ciudades y pueblos de interior se vuelven asfixiantes, todo el mundo piensa en hacer la maleta para desembarcar en la playa lo antes posible. Las vacaciones de verano en la costa son un clásico, pero cada vez más hay un sector de público que busca alternativas más tranquilas, con otra oferta lúdica y cambian la masificación de las playas por la paz que ofrece la sierra, hablamos del turismo rural de Huelva.

Muchos se sorprenden cuando vienen por primera vez a pasar sus vacaciones de verano en nuestros pueblos y aldeas, y a menudo se escucha la frase de “por qué no me habré planteado yo esto antes”.

Lo cierto y verdad, es que la Sierra de Huelva con su majestuosa naturaleza poco tiene que envidiar a la oferta turística de la playa en verano, ya que además de un remanso de paz y tranquilidad para aquellos que quieren aislarse un poco del mundanal ruido, hay multitud de actividades que ofrece el turismo rural para todas las edades que prometen unas vacaciones de lo más divertidas: senderismo, rafting, tiro con arco, rutas a caballo, escalada…

 

 

No necesita mención la riqueza gastronómica de toda nuestra sierra, otro de los principales reclamos turísticos vivos todo el año. Con una oferta muy extensa de mesones, restaurantes y bares, no hay comarca en Andalucía comparable a la calidad y la exquisitez de los productos que ofrecen los pueblos serranos de Huelva.

El calor se combate de día con las piscinas de los hoteles y de noche el frescor emana por sí solo y se puede respirar igual que a pié de mar. Pero además la sierra de Aracena cuenta con lugares recónditos para darse un buen chapuzón y seguir disfrutando de la naturaleza que sorprenderán a cualquier visitante. En Aracena se encuentra El Lago Verde, una pequeña playa artificial hecha en el embalse de Aracena, que dispone de actividades deportivas tipo Kayak y con un chiringuito restaurante para comer o tomarse una cerveza fresquita, el baño es de lo más agradable, en agua dulce, con las montañas de fondo y sin olas.

Cañaveral de León, se ha hecho famoso en verano por su impresionante piscina hecha en la plaza del pueblo que acoge a multitud de visitantes llamados por la curiosidad y el encanto del lugar.

En Cortelazor podemos encontrar el sendero del Charco Malo, una caldera provocada por un salto de agua en una zona umbría y en medio de un precioso valle con bellos charcos donde ponerse en remojo.

El aire puro, la simpatía y la calidez de nuestros paisanos y la belleza monumental de cada uno de los pueblos que conforman nuestra sierra son argumentos suficientes para presentarla como una alternativa más que a la altura de la costa en toda la temporada estival. Os invitamos a comprobarlo, alójate ahora en nuestro aparthotel rural Doce Caños.